viernes, 26 de noviembre de 2010
Palau Sant Jordi. 25 N
viernes, 19 de noviembre de 2010
El otro lado de la artroscopia
Los nervios, aunque intento disimularlo, van en aumento. He llegado a la sala de espera de los quirófanos del Hospital de Viladecans y me he presentado a la administrativa.
-“Espere en la sala que lo llamaremos”, me responde amablemente.
Si hubiera hecho caso a los comentarios de algunos “amigos” no me operaría. Todos conocen algún caso que no ha ido del todo bien o que han tenido algún problema. ¡Pero lo mío es solo una artroscopia de rodilla y me harán anestesia peridural, no puede, no debe, ir mal!
Me he llevado un libro para la espera pero no me concentro en la lectura.
Pasados 5 minutos me avisan.
-“Sr. Clemente pase por aquí”.
Me colocan la pulsera identificativa y paso a un vestuario. Dejo la ropa en una bolsa, que le doy a Carme, y me pongo la típica bata blanca abierta por detrás…creo que es un momento en el que te sientes indefenso y un punto ridículo, como Jack Nicholson en la escena de “Cuando menos te lo esperas”
Paso a la antesala del quirófano. ¡Qué bien han quedado los quirófanos!, aun huelen a nuevos, ya que hace pocas semanas que están funcionando.
En la antesala me ponen los electrodos, sensores y la vía en la vena para poner los diferentes fármacos. Me saluda mi traumatólogo, el Dr. Villar, y me tranquiliza. En pocos minutos me pasarán a quirófano. El trato de todos los profesionales es amable, y no sólo conmigo, sino también con los otros 6 pacientes que estaban en una situación parecida a la mía, y eso baja la sensación de estrés.
-“Ahora puedes notar un poco de mareo y sueño”, me dice al anestesista mientras inyecta un fármaco en la vía.
No he notado ni mareo ni sueño, el estrés lo debe compensar.
Me pasan al quirófano.
- “Ahora te haré la anestesia peridural. Solo notarás un pinchazo”, me anuncia el anestesista.
Me colocan en posición y es verdad, solo noto el dolor del pinchazo de la anestesia local, después noto alguna manipulación pero sin dolor.
Ya está todo listo para empezar ya no hay marcha atrás.
-“¿Quieres ver la intervención?” , me pregunta mi traumatólogo.
Como soy curioso acepto la propuesta y me acercan una pantalla.
Del campo quirúrgico no veo nada. Noto que me tocan y manipulan la pierna pero no dolor. Veo como se introduce la óptica por el trocar y entra en la articulación, ya ha empezado la intervención.
Repasan la articulación observando los meniscos, el roto y el que está bien, los ligamentos cruzados y cara articular de fémur y tibia. Se confirma el diagnóstico, solo esta roto el menisco interno y el resto está bien. Retiran los fragmentos del menisco roto y regularizan los restos que están bien.
Conforme avanza la intervención voy notando alguna molestia, no es dolor, solo molestia. Estaba pensando en decírselo al anestesista cuando me dicen que ya están acabando. ¡Menos mal!
Un último repaso al interior de la articulación y ya está, retiran la óptica y se acaba el espectáculo. Todo ha ido bien.
Llega el momento de pasar de la mesa de quirófano a la camilla y de allí a la sala de preanestesia donde había estado antes.
El Dr. Villar viene a ver cómo estoy y sale a explicárselo a Carme.
Voy notando como se va pasando el efecto de la anestesia y recupero poco a poco la movilidad y la sensibilidad en las piernas. Cuando ya estoy más recuperado me pasan a otra sala donde esperar a que se pase del todo la anestesia.
Me dan agua y un zumo, ¡por fin!, no he bebido nada en todo el día. Hay que esperar a ver si tolero los líquidos, sin vomitar, y a que se pase del todo el efecto de la anestesia.
Después de un rato más largo de lo que yo hubiera querido me dejan marchar. Me dan las instrucciones de enfermería para la recuperación, el informe de alta y la medicación.
Cojo las muletas y a la calle, procurando no apoyar sobre la pierna operada. Al salir ya es noche cerrada, miro la hora y son casi las 8 de la noche, han pasado 6 horas y vuelvo a casa, ya sin menisco pero convencido que he tomado la decisión correcta.
Inserto un video de Youtube de una artroscopia de rodilla, también por rotura del menisco interno.
lunes, 20 de septiembre de 2010
martes, 17 de agosto de 2010
De médicos y controladores

Frente a esto me encuentro un colectivo como el de los controladores aéreos que, como yo, pasa su jornada laboral frente a una pantalla con también una alta responsabilidad, pero con un título al que pudieron acceder con tres años de estudios universitarios (creo que actualmente no son necesarios) y un curso de formación de aproximadamente un año, y que ganan casi tres veces más trabajando 576 horas anuales menos. Y se van a poner en huelga porque no les parecen bien las horas trabajadas.
Probablemente los médicos no seamos un ejemplo de colectivo reivindicador, pues nuestros sueldos no son equilibrados para las responsabilidades que tenemos, pero no creo que la actitud de los controladores se deba a solicitar una relación de horas / retribución justa sino a la capacidad que tienen de hacer mucho daño económico, y de eso se han valido en ocasiones previas para conseguir sueldos tan exorbitantes. Es muy probable que, si finalmente hicieran huelga, me afectase de pleno, pero aun así prefiero aguantarme a tener que tolerar que les den más privilegios de los que ya tienen.
martes, 15 de junio de 2010
Modelo productivo

Llevamos muchos meses oyendo hablar a políticos, economistas y tertulianos de diferentes tendencias hablar de la necesidad de un cambio en el modelo productivo. Las diferentes propuestas de gobierno, empresarios y sindicatos no coinciden, ni siquiera se acercan.
Queda claro que la salida a la crisis provocada por políticas capitalistas abusivas la vamos a pagar con pérdidas de derechos de los trabajadores que han costado mucho conseguir.
La propuesta del genial Forges al menos nos hace sonreir....