Estamos delante de otra campaña de la Conferencia Episcopal, de nuevo contra la modificación de la ley del aborto.
En esta campaña se compara un bebe con un lince ibérico y si no fuera por lo patético sería de risa, otra vez mezclan “churras con merinas”, meten en el mismo saco dos cosas que no son en absoluto comparables.
A lo largo de estos días se ha hablado que una mujer de 16 años no tiene capacidad para decidir si quiere abortar, pero según ellos si que puede tener un hijo, pasando por la vicaría por supuesto ya que la iglesia con reconoce el sexo sin matrimonio ni deseo reproductivo.
Están en contra de los preservativos, incluso para frenar el avance del SIDA, y de la planificación familiar en general y también están en contra de la educación sexual, solo están a favor de la castidad, cosa que muchos de ellos no practican, como dice el Ministro B. Soria llevan un camino diferente a la sociedad.
Se ha hablado, entre otras cosas, del “síndrome postaborto” para no ampliar los derechos de las mujeres, debe ser que cuando se aborta fuera de España o se hace aquí de forma ilegal no produce ningún síndrome.
El Vaticano excomulga a la madre de una menor, de 9 años, que abortó tras varias violaciones, ya que, entre otros factores, un embarazo a esa edad es altamente peligroso, sin hablar de la repercusión en la vida futura de esa niña.
Yo ya lo hago, pero pienso hacer campaña para que nadie marque en la declaración de la renta el cuadrado de dar dinero a la iglesia ya que está claro que el dinero lo utilizan para campañas de este estilo.
Me adhiero a la plataforma “Las linces somos tod@s”. Si a una ley de plazos, si al derecho a decidir.Por cierto no recuerdo que la Iglesia se haya quejado nunca del maltrato a los animales, nunca ha realizado campañas en contra del sacrificio por diversión de los animales y de la caza.
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